Tablas y tensión hasta el último suspiro
El pitido final decretó el reparto de puntos en un encuentro vibrante que terminó con un 2-2 en el marcador, dejando sensaciones encontradas tanto en el Getafe como en el Athletic Club. Fue Munir El Haddadi quien, en el minuto 75, logró equilibrar la balanza para los azulones, desatando la euforia local y estableciendo un escenario de máxima tensión para el último cuarto de hora. A partir de ese momento, el partido se rompió, convirtiéndose en un intercambio de golpes donde la incertidumbre reinó hasta que el árbitro señaló el camino a los vestuarios tras una segunda mitad frenética.
El asedio final de los leones
A pesar de haber recibido el gol del empate, el conjunto bilbaíno no bajó los brazos y buscó la victoria con insistencia en los instantes finales. Raúl García estuvo cerca de silenciar a la grada con un cabezazo centrado tras asistencia de Yuri, pero el balón fue detenido por el guardameta. La ofensiva vasca continuó con Mikel Vesga, cuyo zurdazo desde el centro del área se marchó desviado por el poste derecho tras una peinada de Alex Berenguer. Ya en el tiempo de descuento, Iñaki Williams desperdició quizás la ocasión más clara para llevarse los tres puntos, enviando su remate con la derecha por encima del travesaño cuando lo tenía todo a favor dentro del área.
Resistencia táctica y juego trabado
El Getafe, fiel al estilo aguerrido que caracteriza a sus plantillas, supo sufrir y fragmentar el ritmo del juego para asegurar el punto. José Bordalás movió el banquillo buscando frescura y contención, dando entrada a Portu y Ángel Algobia en el 84, y posteriormente a Juanmi Latasa en el descuento sustituyendo a Enes Ünal. Los últimos minutos estuvieron marcados por las interrupciones constantes: fueras de juego reiterados de Portu en intentos de contraataque y una sucesión de faltas tácticas que costaron la tarjeta amarilla a Algobia por juego peligroso. La intensidad defensiva también pasó factura al Athletic, viendo cómo Oier Zarraga e Íñigo Martínez eran amonestados en su intento de frenar las transiciones locales.
Miradas desde Londres hacia el banquillo azulón
Mientras el Getafe peleaba cada balón en el césped, las noticias sobre el futuro de su dirección técnica llegaban desde Inglaterra. Informaciones recientes apuntan a que el Crystal Palace ha puesto sus ojos en LaLiga para buscar un sucesor a Oliver Glasner, cuyo contrato con los “Eagles” se acerca a su fin. En las oficinas de Selhurst Park, el nombre de José Bordalás suena con fuerza. El técnico alicantino, que cumple su segunda etapa al frente del conjunto madrileño y termina contrato al finalizar la presente temporada, encaja en el perfil competitivo que busca el club londinense.
La alternativa en Vallecas
Bordalás no es el único candidato español en la agenda del Crystal Palace. La directiva inglesa también valora muy positivamente a Iñigo Pérez, actual entrenador del Rayo Vallecano. La conexión no es casual: Pérez asumió el mando en Vallecas tras la partida de Andoni Iraola al Bournemouth. Curiosamente, Iraola quiso llevarse a su antiguo asistente con él a los “Cherries”, pero los problemas con el permiso de trabajo impidieron el movimiento en aquel momento. Ahora, tras haber impresionado con su gestión como primer entrenador, el fútbol inglés vuelve a llamar a su puerta, planteando un verano movido para los banquillos modestos del fútbol español.